lunes, 16 de enero de 2017

Creador De La Signologia Funcional


Pese al paso de los años, todavía se preserva intacto el mural erigido por Moré en la ciudadela Ferroviaria, en la entrada a Guayaquil.
Mural ubicado en la desaparecida Mutualista"Prevision y Seguridad.

El agricultor.


Creador De La Signologia Funcional

El nombre de Moré realmente era Humberto Lalot Rivadeneira Plata, nació en la ciudad de Esmeraldas, en la provincia del mismo nombre, siendo el segundo de cuatro hermanos. Mientras crecía vivió en varios lugares, Quito, capital del Ecuador; el balneario de  Salinas, provincia de Santa Elena; en Milagro, trabajando en el ingenio azucarero Valdez.
A los veinte años se casó con Juana Chaw Cotallat, con quien procreó siete hijos, cuatro mujeres y tres varones, de los cuales, por lo menos dos heredaron su amor por la pintura: Leonardo y Tony.
Viviendo en Milagro efectuó una exposición de dibujos, recibiendo el apoyo de la empresa para la que trabajaba, empezando así a desarrollar su habilidad artística, concretando con lápiz y pluma esferográfica una gran cantidad de imágenes.
Con el paso del tiempo fue creciendo como artista y decidió adquirir un seudónimo que quedara para la posteridad. Siendo admirador de los grandes pintores franceses Monet, Manet, Renoir, adoptó el de Moré, el que unió a su nombre de pila, firmando desde entonces sus obras con el seudónimo de Humberto Moré.

Moré no solamente practicó el arte de la pintura, también fue escultor, muralista, escritor, poeta y crítico de arte, destacando en cada una de estas facetas.
 La viceprefecta, Luzmila Nicolalde, resaltó la trayectoria del multifacético Humberto Moré. Al fondo, Leonardo y Tony Rivadeneira, hijos del artista, escuchan la intervención.



Creador De La Signologia Funcional De Humberto More

Como parte de las festividades por un nuevo aniversario de la ciudad de Guayaquil y contando con el apoyo de la Prefectura del Guayas, Leonardo Rivadeneira Chaw, hijo del afamado y recordado pintor ecuatoriano, Humberto Moré, presentó el viernes 15 de julio, en las instalaciones del museo “Nahín Isaías”, el libro titulado “Humberto Moré y su Signología Funcional”, en cuyas páginas se recoge la historia de la vida del extinto artista, así como su arte y la forma en la que expuso su creatividad a través de sus muchas pinturas.
Moré no solamente practicó el arte de la pintura, también fue escultor, muralista, escritor, poeta y crítico de arte, destacando en cada una de estas facetas.
Con el paso del tiempo fue creciendo como artista y decidió adquirir un seudónimo que quedara para la posteridad. Siendo admirador de los grandes pintores franceses Monet, Manet, Renoir, adoptó el de Moré, el que unió a su nombre de pila, firmando desde entonces sus obras con el seudónimo de Humberto Moré.
El nombre de Moré realmente era Humberto Lalot Rivadeneira Plata, nació en la ciudad de Esmeraldas, en la provincia del mismo nombre, siendo el segundo de cuatro hermanos. Mientras crecía vivió en varios lugares, Quito, capital del Ecuador; el balneario de  Salinas, provincia de Santa Elena; en Milagro, trabajando en el ingenio azucarero Valdez.
A los veinte años se casó con Juana Chaw Cotallat, con quien procreó siete hijos, cuatro mujeres y tres varones, de los cuales, por lo menos dos heredaron su amor por la pintura: Leonardo y Tony.
Viviendo en Milagro efectuó una exposición de dibujos, recibiendo el apoyo de la empresa para la que trabajaba, empezando así a desarrollar su habilidad artística, concretando con lápiz y pluma esferográfica una gran cantidad de imágenes.
Con el paso del tiempo fue creciendo como artista y decidió adquirir un seudónimo que quedara para la posteridad. Siendo admirador de los grandes pintores franceses Monet, Manet, Renoir, adoptó el de Moré, el que unió a su nombre de pila, firmando desde entonces sus obras con el seudónimo de Humberto Moré.

Moré no solamente practicó el arte de la pintura, también fue escultor, muralista, escritor, poeta y crítico de arte, destacando en cada una de estas facetas.

Briografia De Humberto More

Pintor, escultor y muralista esmeraldeño nacido en 1929, y cuyo nombre de pila fue Lalot Rivadeneira Plata.
Su vocación artística se empezó a manifestar desde su más temprana edad cuando descubrió que los colores de los juguetes le producían satisfacción y emoción; luego fueron el teatro y el cine las expresiones que lo envolvieron, y, finalmente, se acercó al dibujo copiando figuras y fotografías de revistas, las tiras cómicas de los periódicos y los anuncios del cine.
A los veinticinco años de edad, convertido en un artista autodidacto, presentó su primera exposición en Milagro y la segunda en Guayaquil, en la joyería “Esmeraldas”.
presionismo me sitúa (Humberto Moré.- Actualidad Pictórica Ecuatoriana, 1980).En estos primeros pasos de labor plástica trabajo en una gran variedad de procesos objetivos; dibujo, reproducciones de diferentes períodos desde el clásico renacentista hasta retratos en la manera de Ingres; también copias de Rubens, Rembrandt y dibujos al estilo de Durero, hasta que el im
Fue contemporáneo de Enrique Tábara, Luis Molinari y Estuardo Maldonado, es decir, de esa selección de artistas jóvenes que iniciaron la renovación de la plástica guayaquileña entre las décadas del 50 y del 60.
El nombre de Moré es cuasilegendario. Enrique Tábara sostiene que fue él quien inventó este nombre para su amigo y entonces socio en la venta de sus juveniles obras. Ambos tenían 20 años y pintaban en estilos diferentes. Pero las obras de Tábara, si bien gustaban, no se vendían porque su autor no era un buen comercializador de ellas. Optaron, por tanto, firmar estos paisajes de Tábara como Moré, y Humberto –que nunca usó el nombre de Lalot como artista- los vendía muy bien, apoyado en su desefado, encanto e inteligencia (Juan Castro y Velásquez.- El Universo, Oct. 24 de 1999).
Original en todos sus conceptos, definió sus inicios como “expresionismo diferente”, al que siguió luego una tendencia a la geometrización apoyada en círculos y valorada en colores luminosos; de allí pasó a una estilización post-cubista, basada en un criterio que lo llevaría a obtener el Primer Premio en el Salón de julio, de Guayaquil, en 1962.
Estudioso del arte contemporáneo ecuatoriano, a mediados de la década del 60 se involucró en lo que él llamó “Signología Funcional”, y diez años más tarde, en Quito “…presenta un figurativismo estilizado, con dejos decorativos y con técnicas de delineado y color que recuerdan el vitralismo… En la última etapa, con fragmentación del espacio o fragmentación de la figura, que se aprovecha de todas sus búsquedas, juega irónicamente con imágenes ilustres del arte -como la Monalisa (Muestra Oro verde)- o dibuja cabezas de próceres. El color se reduce a valorar algunos de esos planos“(Hernán Rodríguez Castelo.- Diccionario Crítico de Artistas Plásticos del Ecuador del Siglo XX).
La mayor parte, por no decir casi toda su vida, la vivió en Guayaquil, donde desarrolló y “dio rienda suelta” a toda la fuerza expresiva de su arte inigualable. Su obra presenta una expresión innovadora apoyada en el dibujo de trazo grueso, iluminado con colores casi primarios en los que predominan el azul y el rojo. También pintó paisajes y retratos con particularísimo y personal estilo, e hizo esculturas modulares, de hierro y hormigón, que sirvieron para adornar y dar perspectiva artística a varios parques de Guayaquil, que –lamentablemente- hoy han desaparecido.
Moré era buen retratista, de sello muy personal. Fue uno de los animadores del Grupo La manga, de escritores, artistas, mecenas y amigos de la cultura y la bohemia; de conocida incidencia en el ayer cercano del puerto. Humberto Moré dictó conferencias en varios foros, organizó salones de arte y congresos de artistas… (Juan Hadatty Saltos).
Fue un personaje polifacético –de rara valía- en quien se conjugaron todas las manifestaciones del arte. Fue pintor, escultor, teórico, crítico, editor y un destacado y conspicuo miembro de la Casa de la Cultura.
Víctima de un violento cáncer, murió en Cuba, donde había viajado en busca de atención médica, en 1984.
A los veinticinco años de edad, convertido en un artista autodidacto, presentó su primera exposición en Milagro y la segunda en Guayaquil, en la joyería “Esmeraldas”.
En estos primeros pasos de labor plástica trabajo en una gran variedad de procesos objetivos; dibujo, reproducciones de diferentes períodos desde el clásico renacentista hasta retratos en la manera de Ingres; también copias de Rubens, Rembrandt y dibujos al estilo de Durero, hasta que el impresionismo me sitúa (Humberto Moré.- Actualidad Pictórica Ecuatoriana, 1980).
Fue contemporáneo de Enrique Tábara, Luis Molinari y Estuardo Maldonado, es decir, de esa selección de artistas jóvenes que iniciaron la renovación de la plástica guayaquileña entre las décadas del 50 y del 60.
El nombre de Moré es cuasilegendario. Enrique Tábara sostiene que fue él quien inventó este nombre para su amigo y entonces socio en la venta de sus juveniles obras. Ambos tenían 20 años y pintaban en estilos diferentes. Pero las obras de Tábara, si bien gustaban, no se vendían porque su autor no era un buen comercializador de ellas. Optaron, por tanto, firmar estos paisajes de Tábara como Moré, y Humberto –que nunca usó el nombre de Lalot como artista- los vendía muy bien, apoyado en su desefado, encanto e inteligencia (Juan Castro y Velásquez.- El Universo, Oct. 24 de 1999).
Original en todos sus conceptos, definió sus inicios como “expresionismo diferente”, al que siguió luego una tendencia a la geometrización apoyada en círculos y valorada en colores luminosos; de allí pasó a una estilización post-cubista, basada en un criterio que lo llevaría a obtener el Primer Premio en el Salón de julio, de Guayaquil, en 1962.
Estudioso del arte contemporáneo ecuatoriano, a mediados de la década del 60 se involucró en lo que él llamó “Signología Funcional”, y diez años más tarde, en Quito “…presenta un figurativismo estilizado, con dejos decorativos y con técnicas de delineado y color que recuerdan el vitralismo… En la última etapa, con fragmentación del espacio o fragmentación de la figura, que se aprovecha de todas sus búsquedas, juega irónicamente con imágenes ilustres del arte -como la Monalisa (Muestra Oro verde)- o dibuja cabezas de próceres. El color se reduce a valorar algunos de esos planos“(Hernán Rodríguez Castelo.- Diccionario Crítico de Artistas Plásticos del Ecuador del Siglo XX).
La mayor parte, por no decir casi toda su vida, la vivió en Guayaquil, donde desarrolló y “dio rienda suelta” a toda la fuerza expresiva de su arte inigualable. Su obra presenta una expresión innovadora apoyada en el dibujo de trazo grueso, iluminado con colores casi primarios en los que predominan el azul y el rojo. También pintó paisajes y retratos con particularísimo y personal estilo, e hizo esculturas modulares, de hierro y hormigón, que sirvieron para adornar y dar perspectiva artística a varios parques de Guayaquil, que –lamentablemente- hoy han desaparecido.
Moré era buen retratista, de sello muy personal. Fue uno de los animadores del Grupo La manga, de escritores, artistas, mecenas y amigos de la cultura y la bohemia; de conocida incidencia en el ayer cercano del puerto. Humberto Moré dictó conferencias en varios foros, organizó salones de arte y congresos de artistas… (Juan Hadatty Saltos).
Fue un personaje polifacético –de rara valía- en quien se conjugaron todas las manifestaciones del arte. Fue pintor, escultor, teórico, crítico, editor y un destacado y conspicuo miembro de la Casa de la Cultura.
Víctima de un violento cáncer, murió en Cuba, donde había viajado en busca de atención médica, en 1984